La importancia de encontrar un motivo para adelgazar

La motivación es fundamental en un plan de perdida de peso, ya que sin ella, y aunque sepamos que no es saludable tener exceso de peso, nunca podremos llevar a cabo las conductas necesarias que nos permitirán cambiar nuestro estilo de vida por otro más saludable.

Si no estamos motivados, nunca tendremos un objetivo que nos entusiasme para alcanzarlo, por eso, es importante encontrar un motivo para adelgazar si verdaderamente necesitamos revertir un exceso de peso. Como en el ejemplo, la ropa que quiero lucir a fin de año o en una fiesta puede ser una buena motivación, aunque sea, a corto plazo.

Pero motivaciones más efectivas son, no sufrir dolores de articulaciones, poder moverme ágilmente, poder jugar con mis nietos o hijos, poder correr un maratón sin frenar, entre otros tantos motivos que pueden darnos un verdadero empujón para cambiar hábitos.

Aunque es difícil encontrarlos, siempre existen buenos motivos para revertir un exceso de peso y así, tener toda la motivación necesaria para cuidar al organismo y alcanzar un peso saludable.

Del Trabajo al gimnasio


En el Trabajo el reloj marca la hora de salida pero los pendientes no terminan e incluso ni siquiera parecen disminuir. Pasa el tiempo y se lleva la energía restante y sobre todo, el deseo y el ánimo de realizar cualquier otra actividad que no involucre relajación y descanso absoluto. Es así como termina el día para la gran mayoría de los Trabajadores en la actualidad.

Por ello la imagen del Trabajador, sin importar la edad, ha ido en declive siendo ahora un común denominador el abdomen abultado que trata de ser disimulado con camisas holgadas o sacos abiertos así como retahílas interminables de pretextos que excusan tanto sus malos hábitos alimenticios como su robusta apariencia. Y de éstos he oído muchos, tales como:


  • En la mañana me da flojera y por la tarde más

  • Al gimnasio van los que no tienen nada que hacer

  • Yo me dedico a mi trabajo no a entrenar

  • Yo no lo necesito; que vaya fulanito, él si lo necesita

  • Tengo muchas cosas más importantes que hacer

  • No me dedico al fisicoculturismo, yo soy “Licenciado”

  • Que se preocupen de su aspecto los “modelos y actores” que viven de ello
Pero el más común, el más frecuente y el que todos hemos oído o dicho es sin duda: “No tengo tiempo”.

La verdad es que nunca hay tiempo para todo lo que quisiéramos hacer; digamos entonces que es cuestión de prioridades, pero dentro de tantas ¿Qué lugar ocupa tu salud?, ¿Qué lugar le asignarías a tu bienestar o a tu apariencia?




Todo radica en la decisión, no en el plan de entrenamiento que tome 2 horas 6 días a la semana ni en los gramos de proteína o de carbohidratos que consumes al día, mucho menos en el costo del club o gimnasio que puedas visitar. Nada importa si no tienes el deseo y la decisión de hacerlo. Como escribí antes, los pretextos sobran y con justificaciones no vas a moldear tu cuerpo.

Estoy seguro que si hoy te invitara a entrenar lo primero que responderías es: “No traigo maleta, ni tenis, ni pants”. ¿Cierto?, ¿pero quién habló de ir a un gimnasio?.

Lo que se necesita es, decisión: “Sí, hoy comienzo a entrenar” y actitud: “No traje mis tenis ni mi pants pero en la casa voy a hacer abdominales”. ¡Qué gran diferencia!, ¿No lo crees así?.

Todo inicio es complicado pero cuando menos lo pienses, tendrás dentro de ti el hábito del ejercicio y el resto será mucho más fácil.

Finalmente, quisiera advertirte que en el camino hacia tu “nuevo cuerpo” encontrarás a quienes claudicaron en su intento y desearán que tú también fracases, desanimándote cada vez que puedan diciendo que por tu horario y tu trabajo jamás vas a lograr un cuerpo musculoso, que después con el re- bote vas a terminar peor, que es cuestión de genética, que necesitarás mucho más que una dieta cruel y de mucho tiempo en el gimnasio entrenando sin descansar para desarrollar un mejor físico.

Respecto a ello creo que la gente puede decir lo que guste, siempre van a hablar y nunca los vas a complacer; en lo personal, sé que nadie puede ser más grande que mis sueños. Yo he decidió que algún día voy a competir en un campeonato de fisicoculturismo y aunque efectivamente, hay muchas situaciones que se interponen, he optado por averiguar hasta donde puedo llegar pero eso nunca lo sabré si jamás lo intento.


Vamos entonces a entrena hoy siguiendo estos sencillos consejos


1. Hazte a la idea de que no puedes salir de tu casa por las mañanas sin desayunar. Y recuerda que una vaso de leche o un plato de fruta no es un desayuno, mucho menos un atole acompañado de una torta de tamal.

2. Cambia las papitas fritas o las galletas que guardas por pasas o almendras. 3. Olvídate de la quesadilla o de la torta que sueles esconder en el cajón de tu escritorio. Opta por una barra de proteína, te aseguro que te va a nutrir mucho más, no te va a engordar, está libre de microbios, sabe muy rico y aunque no parezcan ser grandes pueden llegar a saciar tu apetito. En lo personal te recomiendo las barras Zeroimpact de VPX.

4. Despídete de tu café por las mañanas y por las tardes de tu refresco de cola que sueles beber, cámbialos por una o muchas botellas con agua pura

5. Prepara el día anterior en tu hogar al menos dos o tres porciones de comida y llévalas contigo a la oficina para distribuirlas a los largo de tu jornada. Tu cuerpo y tu cartera te lo agradecerán.

6. Si no puedes comer en tu oficina, lleva contigo algunos sobres de proteína. Sé que no es lo mismo hacer una comida que beber un batido pero créeme, el batido te nutrirá de forma excepcional. Si no lo crees, observa la etiqueta y el contenido de un Reemplazo de Comida como lo es proteina en polvo y sorpréndete.

7. Fíjate una meta; visualízate en “tu nuevo cuerpo” y lucha por ello. Puede ser el reducir tallas, bajar de peso, marcar y tonificar músculos, incluso esculpir un cuerpo de concurso o simplemente sentirte y verte mejor pero haz todo lo posible por lograrlo.

8. Cada vez que el desánimo o la fatiga hagan mella en tu deseo de hacer ejercicio, recuerda tu meta y mira como se aleja, luego recuerda aquella ocasión cuando te llamaron “gordito” o cuando no pudiste comprarte el pantalón que te gustó porque no había tallas grandes y verás que tu deseo de cambio se antepone de inmediato.

9. Cena ligero. Pollo o atún con vegetales son la mejor opción y espera un poco antes de irte a la cama para no retardar tu digestión.


Ya viste todo lo DAÑINO que es la COCA COLA

Que los refrescos no son la mejor opción para beber no es noticia nueva, pero con respecto a la Coca-cola o bebidas similares como Pepsi, existe una cuestión particular, ya que su composición no aporta ventajas nutritivas y por el contrario, puede significar una amenaza para la salud.
En definitiva, aunque muchas veces no lo consideremos en nuestra dieta, la Coca-cola y otros refrescos pueden ser la causa de nuestro aumento de peso e incluso, de algunas enfermedades, tales como gastritis. Por eso, daremos las razones que hoy nos permiten decir que la Coca-cola es una bebida poco saludable.
Este refresco en particular se caracteriza por poseer mucha cantidad de azúcar que la ingerimos casi sin notarlo, como si fuera un jugo más, inofensivo para la salud. Sin embargo, un vaso de Coca-cola aporta casi 90 calorías, y si dimensionamos la cantidad que ingerimos, estamos cerca de alcanzar el valor calórico de una comida principal con sólo ingerir 4 vasos de este refresco por día, sin que éste nos brinde vitaminas, minerales ni nutrientes importantes para el organismo.
Por otro lado, ya sabemos de su contenido en ácido fosfórico que impide la absorción del calcio y puede provocar una desmineralización de los huesos
Su contenido en cafeína no es insignificante, al igual que su influencia sobre el sistema nervioso central que puede causar un intoxicación con la misma por su consumo en exceso y sufrir insomnio, adicción, nerviosismo constante, entre otros efectos indeseados.
Incluso, el ph ácido de la Coca-cola es lo que muchos consideran un potente anticorrosivo que puede dañar la mucosa estomacal y producir enfermedades en la misma. Además, la Organización Mundial de la Salud considera que este refresco y otros similares, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad y diabetes.
En fin, ningún refresco se puede considerar una bebida saludable, pero la cuestión aquí es la gran aceptación que éstos tienen y su amplia promoción que estimulan su consumo y hacen más difícil limitar su ingesta para beneficiar la salud. Por eso, lo primordial es tener razones suficientes para considerar a los refrescos una bebida ocasional y no sana ni necesaria a diario, pues como con todo, está en nosotros decidir para proteger la salud del organismo.
No es que deberíamos prohibir todo aquello que tenga azúcar o grasas malas en exceso, sino que es nuestro deber limitar la ingesta de este tipo de alimetos poco saludables y balancear su ingesta con otros necesarios todos los días